Con un sutil toque de campana, Alejandro Cartes Sánchez, director de la Segunda Compañía, daba inicio de sesión a lo que sería la celebración de sus 112 años de servicio en la capital de La Araucanía.

Bajo la atenta mirada de voluntarios y autoridades bomberiles se leyó el acta de fundación de la compañía, conocida como la “Bomba Ñielol” y que ha albergado con el paso del tiempo a cientos de hombres y mujeres que han dedicado una vida entera de esfuerzo y sacrificio al voluntariado y amor al prójimo, tal como lo hiciera el bombero honorario de la institución e insigne de Chile, Jorge Taito Ducommun, quien falleciera hace sólo un mes.

La Segunda Compañía de Bomberos no sólo se dedica a las labores de combate de incendios, sino también desarrolla la especialidad de control de incidentes con materiales peligrosos, lo que los convierte en un grupo selecto de voluntarios preparados para el combate de emergencias con sustancias químicas de alta peligrosidad, unidad que mantiene permanentemente abiertas sus puertas a nuevos integrantes que deseen capacitarse y ayudar a la comunidad, cumpliendo con su lema característico: “Yo sirvo”

En la ceremonia, su director Alejandro Cartes Sánchez, dio la cuenta pública, destacando la adquisición durante el último período de nuevos equipos y realización de actividades de camaradería y eventos para recaudar fondos. El oficial también resaltó el perfeccionamiento de su personal, que los mantiene como una de las mejores compañías en materia de emergencias químicas del país.

PREMIOS
Un voluntario ingresa a las filas por dedicación y empatía con los necesitados, se destacó en la ceremonia. Es así como muchos de ellos pasan su vida entregando lo mejor de si para combatir cualquier tipo de emergencia.

En esta oportunidad se distinguió a los bomberos Oscar Sepúlveda y Carlos Ramírez Leal, quienes ingresaron a la Segunda Compañía hace ya 20 años, por lo que se hicieron merecedores de un reconocimiento a nivel bomberil como voluntarios honorarios. En compañía de sus respectivas esposas, recibieron un premio por su constancia, perseverancia y compromiso a la comunidad.

En la ceremonia también se distinguió al joven Sebastián Taito Mora, nieto del fallecido bombero insigne Jorge Taito Ducommun, cuyo apoyo a su extinto abuelo también fue destacado en los discursos del Superintendente, Raúl Jiménez y del director de la Segunda Compañía.

Sebastián Taito recibió un galardón en honor a su recordado abuelo, que por cosas del destino ya partió de la vida terrenal, dejando un legado de amor por la casaca bomberil y la ayuda desinteresada al prójimo.

Al finalizar la ceremonia, el capellán del Cuerpo de Bomberos de Temuco, Jaime Villalobos, donó una imagen de Cristo, elaborada en Colombia, la que según informó la oficialidad de la Segunda Compañía, será puesta en un lugar relevante del cuartel segundino.