Por seis días, el instructor y miembro de la Brigada Forestal (Brif) del Cuerpo de Bomberos de Temuco, Paulo Mena Muñoz, permaneció en la localidad de Sierra de la Ventana, Provincia de Buenos Aires, para capacitar a cerca de 90 bomberos provenientes de distintas ciudades del norte y sur de Argentina, como también a personal boliviano y cuatro chilenos, en materias relacionadas con los incendios denominados “de interfase”, que son los que nacen forestales pero llegan a las viviendas, considerados entre los más peligrosos de combatir.

El curso completo se denominó de “combatiente forestal”, organizado por la ONG internacional “La Hermandad de Bomberos”, fue dictado por un selecto equipo de instructores, encabezados por jefes de Bomberos de distintas ciudades del estado de California, en Estados Unidos; además de expertos de Mendoza y Junín de los Andes, en Argentina y en el que capacitaron incluso en temas como el combate aéreo de estos siniestros.

En este contexto y en calidad de invitado, para apoyar uno de los módulos dictados por los relatores norteamericanos, viajó especialmente el instructor temuquense.

“La instrucción que dicté sobre incendios de interfase, se refirió a una situación que se repite mucho en Chile, que pasa en Valparaíso, Temuco y todas las ciudades que se encuentran rodeadas por bosques. Es el tipo de incendio que arrasó con Santa Olga y estuvo muy cerca de destruir la periferia de Constitución en esta temporada de verano. Son básicamente incendios forestales sin control, que llegan a las ciudades y de ser incendios forestales pasan a convertirse en estructurales”, explica Mena.

COMPLEJIDADES DE ESTA ESPECIALIDAD
Para el instructor temuquense, las complejidades de estos incendios son muchas, partiendo por el tipo de uniforme y medios para combatirlos, “los incendios forestales se combaten con herramientas manuales, líneas de agua de menor caudal, más livianas y rápidas; además de uniformes livianos, pero cuando el incendio pasa a afectas las construcciones y viviendas, el bombero debe cambiarlo todo, desde el uniforme, que es mucho más grueso, las líneas (mangueras), hasta los tipos de vehículos y las tácticas y técnicas, que son absolutamente distintas”, aseveró.

“En los incendios de interfase, y tal como ocurrió este verano con las tragedias que ocurrieron en nuestro país, el bombero está extremadamente expuesto a sufrir un accidente, por lo que lo principal es la seguridad. De hecho en ese tipo de incendios, como el de la zona central, que son tan agresivos y peligrosos, la misión del bombero debe ser velar por la integridad física propia y de la gente, hacer evacuaciones y solo después de ello, si el tiempo lo permite, hacer los perímetros mediante una limpieza del combustible y humectar el perímetro y las casas, pero si las casas son indefendibles, los bomberos y recursos deben evacuar e irse a combatir a otra. Esto no es como se ve en las películas, donde los incendios forestales se apagan lanzado agua y listo. Esto es mucho más peligroso que lo que ocurre en una ciudad, ya que el peligro se amplifica porque al quemarse una vivienda, se le suma el fuego que te rodea por el bosque, la formación de llamas inmensas y tornados de aire caliente producto de la combustión de la vegetación. Por ejemplo, cuando se quema una casa en una ciudad, el bombero puede salir del inmueble y descansar con seguridad a unos metros de distancia, pero en un incendio de interfase eso no es así, tienes por fuera de la casa que se incendia toda la proyección de calor y humo que viene del bosque quemándose. Vale decir que no estás seguro dentro ni fuera de la casa que se quema”, sostuvo el instructor.