Era uno de los proyectos «estrella» que quería dejar la administración anterior: un número único -estilo 911, de Estados Unidos- que unificaba todas las llamadas de emergencia de la cantidad de números de tres dígitos que hoy existen en Chile.

El subsecretario del Interior de la época, Patricio Rosende, lo anunció oficialmente en mayo de 2009: Habría un solo número, el 100, para este tipo de gestiones urgentes y se llamó a licitación pública. En agosto se adjudicó el proyecto por $3.100 millones, aproximadamente, a la empresa española SICE Agencia Chile S.A., que tenía como misión poner en marcha el Sistema Integrado de Emergencia (SIE) en los siguientes ocho meses.

Paralelamente, en abril de ese año, la Subsecretaría del Interior creó una oficina denominada «Programa de Servicio Integrado de Emergencia», dedicada exclusivamente a este proyecto, que contaba con una planta de 11 funcionarios con sueldos que fluctuaban entre $800 mil y $2.508.800.

El plan establecía que cada llamada de emergencia entrante tendría un tiempo de respuesta máximo de 15 segundos por un operador o sistemas automáticos alternativos.

La Región del Maule fue elegida para desarrollar el plan piloto y se arrendó un inmueble, ubicado en la calle Uno Oriente 895 de Talca, donde se montaría el centro de operaciones. Hasta que en febrero de 2010 ocurrió el terremoto y maremoto que golpeó duramente a la zona.

Las observaciones

Tras el cambio de gobierno, en mayo del año pasado el Ministerio del Interior ordenó una exhaustiva revisión al proyecto luego de recibir un informe de que no había nada habilitado.

El subsecretario Rodrigo Ubilla explicó a «El Mercurio» que el 19 abril pasado se decidió poner término anticipado al convenio «porque el proyecto presentaba problemas de diseño estructural que hacía inviable lograr los objetivos».

Añadió que tres factores afectaron la viabilidad del plan:

Uno, que el diseño fue definido «como una especie de call center» y no como un sistema de comunicaciones integrado. Eso significaba que un intermediario recibía la llamada del afectado y debía hacer un nuevo llamado para informar de la emergencia al servicio. Es decir, no había contacto directo entre el usuario y la institución requerida.

Dos, el presupuesto aumentaba casi en un 50% para diseñar un sistema telefónico unificado para Bomberos, que tiene solamente conexiones comunales, a diferencia de Carabineros, por ejemplo. Ese requerimiento tecnológico para una sola institución tenía un costo de $1.100 millones, que no estaba considerado en la licitación.

Y tres, que la Región del Maule representa el 6% de la población del país. «Al proyectar el presupuesto de más de $4 mil millones para el 94% de la población restante, nos arroja cifras que son absolutamente inabordables para el Estado», explicó el subsecretario.

Por ello, se decidió dejar sin efecto el contrato pagando a la empresa que ganó la licitación una suma de $800 millones, que corresponde a lo gastado por ellos. A la planta de funcionarios no se le renovó el contrato y el inmueble fue entregado para uso de la Intendencia del Maule.

El ex subsecretario Patricio Rosende estuvo inubicable ayer.

Ubilla informó que iniciaron una nueva evaluación para ver la factibilidad de retomar el proyecto con otro diseño.

Los números actuales

130
Incendios forestales.

131
Ambulancias.

132
Bomberos.

133
Carabineros.

134
Investigaciones.

135
Fono Drogas.

136
Rescate andino.

137
Rescate marítimo.

138
Rescate aéreo.

139
Informaciones policiales (estado de carreteras, entre otras).

143
Fono Acción (problemas en transportes).

147
Fono Niños (agresiones).

149
Fono Familia (maltrato y abusos sexuales).

Diario El Mercurio