Con una competencia realizada este fin de semana en el sector Isla Cautín, la Segunda Compañía del Cuerpo de Bomberos de Temuco celebró los 51 años de su Guardia Nocturna.

Casi la totalidad del personal segundino, incluyendo los cadetes, se dividió por equipos, que debieron completar un circuito y cumplir con una serie de exigentes pruebas bomberiles, que incluyeron un ascenso de seis pisos desde el subterráneo de la torre del citado parque, portando una armada de mangueras al hombro, elevar manualmente otra armada desde la altura, uso de herramientas, saltos, carreras, uso de pitón y rescate de una víctima inconsciente.

El capitán de la Segunda Compañía, Juan Huenchuñir, explicó que “la actividad consistió en un ejercicio competitivo de los cuatro grupos de guardia nocturna más dos grupos de bomberos que pertenecieron a la guardia nocturna, ejercicio que contó con pruebas físicas y de destreza”.

El equipo ganador de las prueba fue el compuesto por el capitán, Juan Huenchuñir, junto a los bomberos Felipe Véliz, Mario Vallejos y Jorge Villagrán, quienes lograron el menor tiempo de todos los participantes en completar las agotadoras pruebas.

La Guardia Nocturna de la segunda Compañía se inaugura un 23 de agosto de 1965, a un mes de haberse levantado el actual cuartel segundino en calle Bulnes, a pasos del cerro Ñielol.

Las guardias, que consisten en que los bomberos cumplan turnos de una semana mensual, pernoctando en el cuartel obligatoriamente desde las 23.45 horas y hasta la madrugada del día siguiente, cuando salen rumbo a sus lugares de estudio o trabajo, operan con la finalidad de ser los primeros en salir tripulando el carrobomba en caso de alguna emergencia, entre las que se cuentan no solamente incendios y rescates, sino también la especialidad de la Segunda Compañía: el control de emergencias con sustancias peligrosas.

La estadía que efectúan los jóvenes voluntarios durante los años que sirven en la guardia nocturna es considerada una verdadera “escuela de bomberos”, donde se ponen en práctica todos los conocimientos adquiridos durante los cursos de capacitación que reciben durante su periodo de aspirantazgo.

La puerta de la guardia tiene desde hace medio siglo escrito el siguiente lema: “Son tres corazones nuestro orgullo, que juntos laten con la alarma, dispuesta a morir por ti y los tuyos, guardia nocturna se llama”, en alusión a que originalmente existían grupos de tres guardianes, por la falta de espacio físico que había en esa época, a diferencia de la actualidad, donde existen guardias más numerosas, masculinas y femeninas.

LA PRIMERA GUARDIA NOCTURNA DE TEMUCO
Uno de los primeros integrantes de esta Guardia Nocturna segundina, el ex bombero Nelson Israel, recuerda que “esta fue la primera guardia nocturna formalmente constituida en la ciudad de Temuco, con autorización de la Comandancia y se crea porque la Segunda Compañía recibe en ese año un cuartel nuevo en calle Bulnes, donde en ese tiempo habían solo potreros y debíamos sacar el carrobomba empujándolo entre el barro”.

“El cuartel se diseñó con un dormitorio para la guardia y a raíz de eso nace esta primera Guardia Nocturna, donde estaba Hugo Fuenzalida, Jorge Fuentes y yo”, rememora Nelson Israel, agregando que “yo tenía 18 años y estudiaba en el Liceo Comercial. Como yo era conductor, en el liceo me tenían una puerta directa hacia el cuartel que estaba al frente, para que cuando se produjera un incendio, yo cruzara la calle corriendo a sacar la máquina”.

Israel recordó también la precariedad de las condiciones de la época, donde no existían equipos de respiración autocontenida, ni tampoco más protección que un simple casco, una chaqueta de cuero y una toalla de baño. “Mojábamos la toalla y respirábamos con eso dentro del incendio, además que el primer carro con estanque de agua que hubo en Temuco también lo tenía la Segunda Compañía; fueron tiempos de mucho sacrificio y pocos recursos económicos, donde todos los logros se consiguieron a puro ñeque”.

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